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Psicología de la Autorrealización

Una de las primeras lecciones en el trabajo de autorrealización es aprender a liberarse de los supresivos. He elegido la nomenclatura de Rhon Hubbard porque me parece la más ilustrativa, pero el mismo concepto lo podemos encontrar en Castañeda como “Pinche Tirano”, o en la Gestalterapia de Fritz Perls, como “Perro de arriba”, aunque este último pone más énfasis en el proceso interior.

Rhon lo describe como: “Una persona que se siente mal cuando uno está bien, y bien cuando uno está mal”, por lo que siempre intentará que yo me sienta mal. El tono emocional característico del supresivo es la “hostilidad encubierta”, aunque también pueden mostrarse en tonos de una agresividad manifiesta.

La mayor dificultad al confrontar a un supresivo es cuando en el pasado actuó como una persona con la que tuvimos una relación afectiva satisfactoria, lo que puede llevar a nuestra mente a un engaño, reaccionando al comportamiento del pasado, cuando el presente es totalmente distinto.

Para librarse del supresivo lo primero es analizar su conducta hasta que uno mismo tiene claro que lo es. Luego tenemos dos opciones, hacérselo ver a él, o alejarnos, aunque no son excluyentes, podemos hacerle ver su comportamiento y luego alejarnos, esperar que cambie de actitud suele ser un autoengaño.

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