DECADENCIA DEL IMPERIO AMERICANO

Los sistemas sociales, los imperios, las naciones, al igual que los organismos, no permanecen estáticos, sino que se desarrollan o se degradan, a veces la supervivencia requiere la eliminación de algunas partes en beneficio de otras.

En el mundo actual hasta ahora gobernado por el imperio americano, basado en la economía Fiat creadora de deuda, y la imposición y el saqueo por la fuerza de las armas, ha entrado en un proceso de degradación moral, económica y geopolítica. 

Degradación moral porque los valores de democracia y libertad que representaba el «sueño americano» han caído como una máscara para mostrar el verdadero rostro de la bestia, una supraestructura basada en el crimen, el saqueo, la codicia y la mentira.

Los EEUU se han comportado como un tirano al impedir el desarrollo de otras formas de organización política, saboteando gobiernos legítimos de latinoamerica, suplantandolos por titeres que gobernaban para su propio interés y el de sus amos, con desprecio total hacia las clases trabajadoras.

Al continente africano lo han utilizado como un ingente proveedor de recursos naturales fomentando entre su población guerras fratricidas y llevando a cabo experimentos eugenésicos con mujeres y niños bajo la excusa de limitar el crecimiento de la población.

Ante tal inmunda actitud algunos líderes como Gadafi y Sadam Hussein que trataron de oponerse, fueron eliminados y sus naciones condenadas a un retraso cultural de siglos para volverlas dependientes, al tiempo que se las sometía al saqueo de sus recursos naturales.

La evolución de occidente traslada el centro de control de las naciones a las grandes empresas farmacéuticas y tecnológicas que no tienen que responder al control de la población y que poseen recursos para eximirse del control del sistema judicial, tratando de imponer una forma más sofisticada de tiranía instrumentalizada en base a las nuevas tecnologías de la información y la IA.

En la dimensión geopolítica algunos países se agrupan alrededor del polo formado por China y Rusia que viendo que el sistema americano tiende a la desintegración por su propia corrupción, tratan de generar un nuevo modelo comenzando por la creación de una moneda referida a metales preciosos que sirva para desbancar al dólar de su papel de referencia en el comercio internacional y arrebatando a los EEUU y Gran Bretaña su rol de crupier en el casino de la economía financiera.

La reacción de la bestia desenmascarada no iba a ser de aceptación y resignación, siendo el mayor productor de armas y controlando los medios de comunicación se dedica a crear guerras, haciendo responsables a sus oponentes ante una opinión pública hipnotizada y marginando a los intelectuales que denuncian la farsa mediática.

Europa sumisa al monstruo de la OTAN acepta el oxímoron de que quien te proporciona la energía es tú enemigo y quién te destruye la fuente de suministro, para vendértela mucho más cara llevando a la quiebra a tus principales empresas y haciendo que tú economía entre en recesión, es tu amigo.

Ante todo este panorama, ¿Qué puede hacer el ciudadano, cambiarse de sexo, vacunarse con otra dosis a ver si con esta ya le toca la pericarditis, o comer alimentos transgénicos con hamburguesas  de carne de insecto?

Malos tiempos para el activismo social y la espiritualidad, sin embargo, si no recuperamos los valores que alguna vez nos hicieron sentirnos humanos, no podremos sobrevivir como seres dotados de Alma.

¿Qué es el Karma?

¿Existe realmente? ¿Si existe el karma cómo es que gobiernan los malvados?

Dicen que Jesús dijo: «Mi reino no es de este mundo». Y tal vez el buen karma hace que las personas sean más felices, pero no necesariamente más poderosas.

En mi caso, descubro el karma cuando analizo mi vida y observo que el sufrimiento me ha hecho cambiar y aprender, por tanto ha tenido un sentido desde el punto de vista de mi evolución. Y que las cosas buenas que me suceden tienen relación con actitudes y decisiones tomadas desde un estado de conciencia alineado con mi Alma, decisiones y actitudes que no me hacen más rico, pero si me rodean de buenas personas. Y eso tiene mucho que ver con la felicidad.

No conozco a gente poderosa, pero intuyo que deben de ser muy desgraciados, tal y como veo que funciona el mundo, y es que si quienes te rodean sólo te respetan por tu dinero eres desgraciado. Esto lo han advertido algunas religiones, pero al parecer no la calvinista, que se ve que es la que profesan los de la élite, en esta se considera que el tener dinero te hace mejor persona. Y ello ha dado lugar a que como los pobres siempre tienden a emular a los ricos, hoy el dinero sea el becerro de oro al que todos adoran. Y el humano se ha convertido en un lobo para el humano. Y los muy imbéciles piensan que si no te aprovechas de tu hermano es que eres tonto. De ahí que el karma negativo de la Humanidad sea cada vez mayor.



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