Salud

El organismo tiende a sanarse. ¿Cómo lo ponemos enfermo? Llenándolo de tóxicos. Y encima cuando él trata de eliminarlos, lo interpretamos como síntomas de enfermedad e ingerimos más tóxicos, esta vez en forma de fármacos, y al final, cuando nos aparece una enfermedad grave porque hemos agotado todos los mecanismos que el organismo posee para autorregularse, decimos: ” Ay, es que tengo mala suerte”.

El origen emocional de la enfermedad

El Alma es la parte más noble de la Psique y para poder expresarse en el plano físico crea la Personalidad. Cuando la Personalidad está armonizada con el Alma responde a la vibración creadora de esta desarrollando la intuición en el plano mental, el altruismo , en el emocional y la generosidad en el etérico. Pero cuando la personalidad es víctima de la ilusión de considerarse independiente y desconecta del Alma, presentando una conducta egocéntrica y estableciendo relaciones de utilitarismo o incluso de explotación con las otras personas, entra en un proceso de degradación que puede manifestarse como acritud en el carácter o mala salud.

Por eso recuperar la salud sólo se consigue plenamente cuando se recupera la conexión con el Alma.

Hay personas que pierden dicha conexión por estar sometidas a la voluntad de otras, en cuyo caso la recuperación pasa irrevocablemente por liberarse de dicha opresión.

Las personas que han perdido la conexión con su Alma y se aprovechan de otras personas pueden provocar enfermedad en ellas, a estas personas las llamo supresivas, término que usaba Rhon Hubbard, aunque este mismo concepto lo encontramos en Castañeda como “Pinche tirano”, y en Fritz Perls, aunque este lo trata en su dimensión introyectada, como “Perro de Arriba”.

El agua esencial para nuestra salud

El Agua

Andreas Moritz, en su libro “Los eternos secretos de la salud”, escribió: “Tengas la enfermedad que tengas, lo que más necesitas es agua”. Y Marc Ams, en “Antitos para la supervivencia”, dijo: “De todo lo que tomamos lo más tóxico es el agua”. Al juntar estas dos frases se nos revela un tremendo problema de salud pública que nos ocultan, mientras nos distraen con virus y vacunas.

El agua constituye entre el 60 y el 80 % de nuestro organismo, cuanto más deshidratados, más envejecidos. Si nos falta agua la linfa se espesa, y las presiones oncótica y osmótica no pueden hacerla fluir, por lo que deja de llegar oxígeno y nutrientes a las células, y tampoco pueden ser eliminados sus residuos, por lo que su medio ambiente se acidifica y esto les provoca la necesidad de mutar para poder sobrevivir con menos oxígeno, en un ambiente ácido.

Para penetrar en el interior de la célula el agua necesita una carga eléctrica que le proporcionan los iones que transporta, pero si la depuramos por destilación u ósmosis inversa y eliminamos dichos iones, no podrá penetrar en el interior de las células, por lo que dotarla de nuevo de iones tendremos que infusionarla con hierbas o flores someterla a procesos de electrólisis para obtener agua hidrogenada.

Sólo una pequeña parte de la población es consciente de este problema y las autoridades sanitarias no hacen nada por concienciar de ello a la gente.

Rejuvenecer

En Meditación y Tango no nos conformamos con alcanzar un perfecto estado de salud, nuestro objetivo es rejuvenecer, ya que Elisabeth Blackburn demostró que era posible mediante el alargamiento de los telómeros.

¿Con qué herramientas contamos para ello?

La meditación. Si el estrés acorta los telómeros, la meditación los alarga. Para una persona que lleve tiempo practicando la meditación esto no es ninguna sorpresa, ya que su propia experiencia se lo muestra. La meditación armoniza todo nuestro organismo, actúa sobre la glándula pineal que es el órgano donde se conecta el sistema nervioso con el sistema endocrino, y es así mismo el órgano que conecta el microcosmos con el macrocosmos, ya que se inhibe por la luz. Y, además, desde la perspectiva esotérica es el órgano de conexión con el Alma. También el Timo, la glándula rectora del sistema inmunitario se ve estimulada por la meditación. Y una vibración armonizante es sentida por los meditadores recorriendo todo su organismo.

El concierto vibracional. Hay personas a las que les resulta difícil meditar, pero en cambio disfrutan del concierto vibracional. El tambor oceánico nos facilita el estado de relajación, y la combinación del sonido de los cuencos de cuarzo con la voz humana va estimulando todos los centros de energía del organismo. Los sonidos más graves estimulan los centros por debajo del diafragma y los más agudos los de la cabeza.

El abrazo. Un abrazo prolongado estimula la producción de oxitocina y serotonina, las hormonas de la felicidad, por eso en Vital Tango damos más importancia a la conexión pecho con pecho que a otros aspectos del baile.

El ejercicio. En Vital Tango ponemos atención, asimismo, al estiramiento de las piernas, y a la realización de espirales con el cuerpo, el efecto terapéutico que se deriva de ello tiene que ver con el funcionamiento de los meridianos miofasciales que dan a nuestro cuerpo un funcionamiento integrado. Así mismo, quienes se van ejercitando con la práctica van pudiendo bailar con más entusiasmo, lo que nos indica una regeneración de las mitocondrias, los orgánulos celulares encargados de suministrar energía a las células.

La nutrición. El asesoramiento nutricional nos permite afinar nuestro modo de alimentarnos, eligiendo los alimentos que equilibran nuestro organismo y nos ayudan a depurarlo. Es importante saber distinguir los distintos tipos de grasas, pues mientras que unas nos enferman, otras nos ayudan a regenerar el sistema nervioso. Y también la incorporación a nuestra dieta de alimentos fermentados para mantener en buen estado el microbioma. Con ello conseguimos que el intestino, hoy considerado el segundo cerebro, juegue a favor de nuestro rejuvenecimiento.

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