Sociedad
¿Cómo es posible que el uno por cien de la población controle al noventa y nueve por cien? Veamos que nos dice la neurociencia. Lo que percibimos no es algo externo y objetivo, sino una construcción de nuestro cerebro elegida como la posibilidad más sobreviviente para el individuo. Y también sabemos que la “indefensión aprendida” nos condiciona para someternos al poder, para elegir dicha opción como la más factible para sobrevivir. Y durante todo el periplo educativo, desde el parvulario hasta la universidad e incluso durante nuestra vida laboral, se nos muestra que rebelarse conlleva la expulsión del sistema, que es necesario soportar las injusticias para no ser marginado. Esta experiencia hoy se extiende hasta las redes sociales con los “verificadores de información”. De este modo, quienes detentan el poder se aseguran de que la mayor parte de la población se someterá a sus normas, por más irracionales que estas sean.
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