Sociedad
La crisis del patriotismo se inicia en España con un artículo de Miguel de Unamuno así titulado, él distinguía dos patrias naturales, el pueblo donde había nacido y la gente lo conocía, y el mundo; la nación para el era algo artificial, con fronteras creadas para separar a los seres humanos y manipularlos con el fin de preservar los intereses de los gobernantes.
En dicha crisis profundiza la izquierda, recuerdo que en la dictadura había un partido político, por supuesto ilegal, que se definía como marxista leninista que se llamaba FRAP, siglas de Frente Revolucionario Anti Patriota.
Sin embargo, en mi opinión hoy es perentorio que todos nos unamos en la recuperación del patriotismo. Y no me refiero a las banderas, que en eso opino como Durruti, que decía que para él bandera, ni siquiera la negra. Me refiero al concepto de patria como lugar donde pago mis impuestos y recibo a cambio una serie de servicios, y formo parte de una comunidad de cuya evolución depende mi bienestar y forma de vida. Desde el final de la dictadura hemos ido viendo como nuestra nación ha ido perdiendo soberanía, en primer lugar, nos retiramos del Sahara, sin saber por qué; en segundo lugar, no sólo no nos deshicimos de las bases norteamericanas en España, sino que entramos en la OTAN, a consecuencia de lo cual entramos en la guerra de irak y ahora en la de Ucrania, sin que se nos pregunte nuestra opinión. Con cada nuevo Gobierno hemos ido acumulando una deuda cada vez mayor que ya llega al 120% del PIB, y que da la impresión de no tener tendencia decreciente sino todo lo contrario. Además, una deuda que está en posesión de un organismo foráneo, lo que nos lleva a plantearnos si el Gobierno tendría que someter sus decisiones a la aprobación de dicho organismo.
Por todo ello, concluyo que es una ridiculez que unos españoles nos consideremos de izquierdas y otros de derechas y no nos unamos todos bajo el objetivo de devolver la soberanía a nuestra nación, lo que no es el objetivo de ningún partido político, ya que ninguno lo lleva en su programa, por lo que sería necesario implementar un sistema que no dependiera de partidos políticos.
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